Pegajoso, polvoriento y exigente: el interruptor de nivel VEGACAP 65 mide el nivel sin inmutarse

Sal, hidrógeno, hipoclorito sódico, cloro, sosa cáustica, VCM y PVC: estos son los principales productos que fabrican los alrededor de 500 empleados de la planta de INEOS en Jemeppe-sur-Sambre (Bélgica). Casi 420 000 toneladas de PVC se destinan cada año a las industrias de la construcción, la automoción y los conductos, lo que convierte esta planta en una de las más grandes de su tipo en Europa.
La producción de polvo de PVC supone un desafío: es extremadamente polvorienta y los gránulos son pegajosos y también se adhieren al instrumento de medición. En consecuencia, el sensor de detección de nivel que mide los niveles en la tolva debe ser robusto, preciso y permanentemente fiable. La solución para INEOS Inovyn: el VEGACAP 65 con salida 4…20 mA.

El sensor capacitivo para la detección de nivel de VEGA tiene varias ventajas

El VEGACAP 65 mide de forma continua y fiable incluso en condiciones con una elevada generación de polvo.
  • Las adherencias se detectan desde el principio
  • Los usuarios pueden calibrar el sensor ellos mismos en cualquier momento
  • Siempre hay suficientes existencias 
  • Menos sedimentaciones gracias a las «superficies» flexibles
  • Fácil montaje y puesta en marcha

Detección temprana:
al preajustar determinados valores umbral para la detección en la salida de corriente del sensor, el controlador puede interpretar los valores correctamente. En consecuencia, las adherencias se detectan pronto y desde el principio.

Calibración:
el propio usuario puede calibrar el VEGACAP 65 adaptando los valores mínimos y máximos junto con los valores para las adherencias existentes a los correspondientes requisitos. Para ello, la señal de salida se puede ajustar fácilmente. El sensor de detección de nivel puede recalibrarse en cualquier momento y configurarse en la posición de detección deseada. En consecuencia, basta con disponer en existencias de un sensor de sustitución.

«Superficies» flexibles:
las «superficies» del sensor con las que se determina el nivel son parcialmente flexibles. Se pueden mover junto con las sedimentaciones para que se caigan, lo que significa que el polvo se acumula mucho más lentamente que con los sensores de horquilla vibratoria con superficies rígidas.

El PVC se forma a partir de la polimerización del cloruro de vinilo. Este proceso químico pasa por varios procesos de refino, tanto a alta presión como a altas temperaturas. La materia prima, que se alimenta a través de una tolva, se presenta en forma de polvo o gránulos antes de cambiar de estado con la incorporación de otros aditivos.
Así se obtiene el PVC
El VEGACAP 65 en una tolva de recepción: la medición no se ve afectada ni siquiera por la gran acumulación de polvo que se forma alrededor del sensor.
«El VEGACAP 65 funciona exactamente como nos imaginamos», afirma Tony Charlot, jefe de ingeniería, instrumentación y electricidad de INEOS Inovyn, más que satisfecho. El sensor se puede utilizar en varias tolvas diferentes porque «podemos ajustar los parámetros de medición nosotros mismos y adaptarlos a diferentes distancias de medición», afirma. Charlot también destaca la importancia de la medición continua con el VEGACAP 65: «La señal analógica permite una monitorización constante de las operaciones, lo que es realmente útil en el caso de adherencias y cambios de productos». Una medición precisa también mejora la gestión del stock y una producción eficiente. Del montaje a su funcionamiento sin detener el proceso: el VEGACAP 65 facilita muchas cosas, también en INEOS Inovyn.

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