En las plantas químicas, los instrumentos de medición deben ofrecer un funcionamiento fiable. Los sensores de VEGA son resistentes a los productos químicos, estables a largo plazo y fiables incluso en aplicaciones exigentes. Su diseño garantiza la máxima fiabilidad del proceso.
La seguridad de los procesos es un factor clave en la industria química, sobre todo en procesos dinámicos y aplicaciones críticas para la seguridad. Los sensores de VEGA ofrecen características y funciones innovadoras que garantizan la máxima seguridad y eficiencia:
Gracias a estas tecnologías, los sensores de VEGA cumplen con los estrictos requisitos de SIL2 y, si es necesario, SIL3, lo que los convierte en la opción ideal para procesos críticos para la seguridad.
En la industria química, a menudo los sensores entran en contacto con productos agresivos como ácidos, álcalis o sustancias corrosivas. Para garantizar una elevada estabilidad a largo plazo y unas mediciones fiables, VEGA confía en los siguientes materiales:
Los materiales de alta calidad y las inteligentes características de diseño garantizan que los sensores funcionen con precisión y seguridad incluso en las condiciones más difíciles.
Los procesos dinámicos con rápidas fluctuaciones de la temperatura, cambio de productos y alta presión forman parte del día a día en la industria química. Los sensores de VEGA se basan en tecnologías avanzadas como el radar para permanecer estables en estas condiciones.
Gracias a la compensación de la temperatura y la presión, ofrecen unos resultados fiables incluso en entornos inestables. Esta precisión ayuda a optimizar los procesos y a utilizar los recursos de manera eficiente: una ventaja significativa para la fiabilidad del proceso.
El mantenimiento periódico en la industria química es caro y afecta a la disponibilidad de la planta. Los sensores de VEGA impresionan por su excepcional estabilidad a largo plazo, lo que reduce significativamente el mantenimiento.
La baja deriva y la resistencia de los materiales convierten a los sensores de VEGA en la opción ideal para unos procesos continuos.