El polvo, la acumulación y los cambios de temperatura retrasan el proceso
Un importante procesador de granos ubicado en Indiana procesa 140 000 bushels, aproximadamente 3825 toneladas métricas, por día. Procesar esa cantidad de granos en un día significa que no se puede dar el lujo de retrasar su proceso ni mucho menos detenerlo. Desafortunadamente, este procesador estaba lidiando con huelgas y paradas porque la tecnología de medición que usaba para monitorear el flujo de granos no siempre era confiable.
Los granos se procesan en tolvas que necesitan un flujo constante. Si se obstruye una tolva, esto puede cerrar frenar el proceso, y si esa obstrucción pasa desapercibida durante mucho tiempo, puede detener todo de forma abrupta. En esta instalación, se estaban usando sensores de capacitancia de nivel para monitorear las obstrucciones de las tolvas. Cuando se obstruyó la tolva, la soja retrocedió y se activaron los interruptores de capacitancia para notificar a los operadores que había una tolva obstruida.
Estos sensores estaban continuamente expuestos a la soja y al polvo resultante, y la acumulación en los sensores de capacitancia arrojó señales falsas. Además, cuando ocurrió el cambio de estación, como suele suceder en Indiana, los sensores requirieron ajustes. Estas señales falsas y los ajustes estacionales implican una inversión de tiempo y dinero en tareas de mantenimiento. Los operadores necesitaban algo que fuera resistente a las molestias que retrasaban el proceso.
Resumen de productos:
Medición sin contacto para librarse del mantenimiento
Con la acumulación regular y sustancial del polvo de soja y los granos de soja abrasivos que causan desgaste, una opción ideal sería contar con una solución de medición sin contacto para esta aplicación. Los representantes de VEGA sabían que tenían la tecnología indicada, ya que, de inmediato, sugirieron los interruptores con barreras de microondas VEGAMIP.
En esta instalación en particular, las tolvas de soja están revestidas con cerámica, dado que este material puede soportal la naturaleza abrasiva de la soja. Además, la cerámica es un material no conductor, lo que significa que se puede montar un transmisor y un receptor VEGAMIP completamente externos, y la señal podría seguir penetrando en la tolva y leyendo el contenido que se encuentra en el interior. Una vez montados y puestos en marcha el transmisor y el receptor VEGAMIP, comenzaron a monitorear la vertiente del producto. Se configuró un retraso para evitar activaciones erróneas de la vertiente del producto y para que solo responda cuando la tolva se obstruya. La instalación de procesamiento de granos del Medio Oeste de los Estados Unidos finalmente recibía notificaciones precisas y confiables de las obstrucciones de las tolvas.
Los interruptores con barreras de microondas VEGAMIP se montan en el exterior, de modo que la abrasión y la acumulación ya no son un problema. El mantenimiento permanente y constante que se requería para los sensores de capacitancia de nivel pronto quedó en el pasado. Además, VEGAMIP usa señales de microondas, que funcionan independientemente del clima, y no es necesario hacer ajustes cuando cambian las estaciones.
Actualmente, hay 25 transmisores y receptores VEGAMIP en las tolvas de soja en toda la instalación. Los operadores ya no reciben señales falsas y pueden quitar las obstrucciones apenas ocurren, lo que minimiza el tiempo de inactividad y garantiza que los clientes sigan recibiendo un suministro estable de aceite y harina de soja.