En las tubuladuras muy largas se producían fuertes reflexiones de interferencia en los extremos, debido a la excesiva anchura del ángulo de apertura que a menudo se utilizaba en los sensores hasta ahora. Dado que las tubuladuras muy largas provocan incluso varios ecos múltiples, la fiabilidad de la medición queda muy limitada en el rango de estas reflexiones. En los productos en los que las señales radar apenas se reflejan, este efecto puede resultar en una considerable zona muerta en la parte superior del depósito. Gracias a la excelente focalización de la señal del sensor de 80 GHz, ni siquiera los extremos de los zócalos producen interferencias por reflexiones. El resultado es una medición fiable hasta lo más cerca posible de la cubierta del depósito. Los sistemas ya existentes pueden equiparse posteriormente con el nuevo sensor con suma facilidad.
Desde diciembre de 2015, el VEGAPULS 64 se ha instalado con éxito con una serie de prueba de 200 sensores en distintos sectores y aplicaciones de todo el mundo. Principalmente se seleccionaron las aplicaciones que planteaban problemas o dificultades en la medición.
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