La medición radiométrica de caudal másico garantiza una alimentación precisa en una fábrica de cal
La cal se conoce principalmente por su uso como árido en la siderurgia. Sin embargo, los productos de cal y piedra caliza también son una materia prima indispensable en el tratamiento del agua potable, en las plantas depuradoras, en la construcción y la agricultura, o en la limpieza de gases de combustión. Los requisitos de calidad para el producto final han sufrido un aumento constante en los últimos años. Por lo tanto, la granulometría especificada por el cliente debe mantenerse con exactitud. Al mismo tiempo, los plazos de entrega son cada vez más cortos. De modo que las cantidades también deben registrarse con mayor precisión.
En primer lugar, la materia prima se extrae de las canteras como piedra caliza. Esta piedra se transporta a una planta de tratamiento mediante camiones . Allí se tritura previamente, se lava, se clasifica por tamaño y se distribuye en varios almacenes. A partir de aquí, la piedra se refina aún más o se suministra al proceso de combustión, donde se obtiene un producto de cal a partir de la piedra bruta mediante hornos giratorios y hornos de cuba verticales. Al final del proceso de producción, se obtienen productos cocidos para una amplia variedad de aplicaciones.
Numerosas cintas transportadoras con diferentes longitudes, que comprenden desde unos pocos metros hasta un kilómetro, se encargan de que la piedra caliza con distintos tipos de tratamiento llegue al lugar correcto para su posterior procesamiento. Las condiciones ambientales son extremadamente arduas. Con unas elevadas velocidades de hasta unos 4 m/s, las cintas transportan piedras con un diámetro de 0-250 mm. La capacidad de carga es de hasta 4000 t/h. Para una alimentación específica de los sistemas posteriores, se requiere una medición exacta del caudal másico. Por lo tanto, las cintas transportadoras están equipadas con cintas de pesaje mecánico para detectar las cantidades que se transportan. Sin embargo, estas cintas son muy sensibles a la suciedad y deben revisarse y limpiarse cada dos semanas, lo que deriva en unos costes de mantenimiento bastante elevados.
Una medición de prueba aporta unos resultados convincentes
El WEIGHTRAC 31 también se puede montar a posteriori en las cintas transportadoras. Como se trata de una medición sin contacto, no hay problemas de desgaste.
El receptor, ubicado debajo de la cinta, recibe esta radiación. Dado que la radiación gamma queda atenuada al atravesar el material, el receptor puede calcular el caudal másico a partir de la intensidad de la radiación recibida, junto con la velocidad de la cinta transportadora. Gracias a su estructura en forma de marco, el WEIGHTRAC 31 ofrece una opción de montaje sencilla y a posteriori en la cinta transportadora. En la medición sin contacto no hay problemas de desgaste.
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