Legible en condiciones adversas

Los sensores de VEGA avanzan con paso firme hacia el futuro con las etiquetas RFID

Arañazos, abolladuras o zonas desgastadas: después de años de rendimiento fiable en todas las condiciones ambientales y temperaturas, los sensores de nivel también empiezan a envejecer. Para los sensores de VEGA de la serie PRO ya hay disponibles etiquetas RFID, que permiten identificarlos en cualquier momento y en cualquier lugar aunque la placa de características esté dañada o descolorida y rastrear hasta el último dígito del número de serie.

La RFID no es nueva, pero la identificación por radiofrecuencia es probablemente la forma más moderna de identificar sensores dentro de sistemas industriales.

Las etiquetas RFID contienen un microchip para guardar información. Dado que no solo son legibles sin contacto con sus chips grabables, sino que también lo son durante muchos años a pesar del viento y el clima, los cambios rápidos de temperatura o después de años de exposición a la luz solar, son superiores a otras técnicas de etiquetado. «Esto se complementa de forma idónea con etiquetas troqueladas o códigos de barras, sobre todo en instalaciones en el exterior», afirma Stefan Kaspar, jefe de producto de VEGA. Tanto en un extenso parque químico como en la industria del petróleo y el gas: «Con una etiqueta RFID, nuestros sensores se pueden rastrear de forma fiable incluso después de años de uso intensivo sobre el terreno».

Norma universal
El etiquetado de los sensores no solo se basa en los requisitos directos del cliente, sino también en la norma internacional IEC 61406 y en la DDCC, una asociación de fabricantes de operadores de sistemas, proveedores de servicios y fabricantes de máquinas y componentes para la automatización de procesos que se creó hace tres años. Kaspar explica: «Como miembro del Digital Data Chain Consortium, estamos trabajando con muchas empresas en un estándar industrial para el intercambio de datos». Dicho consorcio tiene una visión muy clara: «En el futuro, el acceso y el intercambio de información entre todos los implicados debería facilitarse a largo de todo el ciclo de vida». Independientemente del instrumento y del fabricante que esté detrás de un componente: en el futuro, los usuarios deberían poder identificar claramente sus activos y acceder a la documentación correspondiente simplemente escaneando el código QR de la placa de características con una aplicación de fotografía normal o leyendo la etiqueta RFID.

El gemelo digital

Aún queda mucho camino por recorrer, pero el futuro está un paso mucho más cerca con la solución de identificación actual. «Da igual en qué parte del sistema se encuentre: en el futuro, con un solo clic podremos obtener una identidad de sensor única en todas partes», afirma Kaspar, «y de aquí vamos directamente al gemelo digital, que contiene toda la información importante sobre el instrumento a lo largo de todo el ciclo de vida, desde la documentación hasta la parametrización, desde las pruebas periódicas hasta la información para la reparación y el reciclaje». La etiqueta RFID para los sensores de VEGA es, por tanto, el primer paso hacia el gemelo digital.

Identificación del punto de medición

Alternativamente, la etiqueta RFID también se puede describir con una identificación del punto de medición individual proporcionada por el cliente. Un etiquetado específico y claro ayuda a evitar errores operativos y ofrece orientación. Kaspar está convencido: «Desde la reparación y el servicio hasta el mantenimiento, el funcionamiento del sistema se vuelve más eficiente y seguro». Las etiquetas RFID están disponibles inicialmente para el sensor de nivel radar VEGAPULS 6X y, posteriormente, se introducirán para el resto de instrumentos PRO.

Info:

la empresa

VEGA Grieshaber KG desarrolla una tecnología de medición de nivel y de presión innovadora desde 1959. Como líder mundial del mercado en el ámbito del radar, la empresa desarrolla nuevas tecnologías e investiga sensores preparados para el futuro para diversos sectores, como el suministro de agua potable, la producción de energía y la industria farmacéutica. VEGA cuenta con más de 2400 empleados en todo el mundo, de los que alrededor de 1200 están en Schiltach. VEGA tiene éxito en el mercado con filiales y distribuidores en más de 80 países.