Depuradores de gases

El dióxido de carbono se separa de una mezcla de gas mediante dos columnas. La mezcla de gas, compuesta por nitrógeno, hidrógeno y dióxido de carbono, se conduce al depurador mediante un conducto de gas. La adición de un disolvente, principalmente la anilina, liga el dióxido de carbono que, a continuación, se conduce en forma líquida hacia el depurador de gases (sistema de desorción). Allí se desprende el gas del líquido. La presión de proceso debe monitorizarse durante la absorción, que se produce bajo una elevada presión y una baja temperatura. Por el contrario, la separación del dióxido de carbono del líquido se realiza con una baja presión y una elevada temperatura, y en la que es importante que el nivel del agua se mantenga constante.